Tal vez podría ser una pregunta con una respuesta muy lógica, pero no lo es. En una investigación elaborada en Irlanda, se demostró que la fabricación de una bolsa de papel gasta cuatro veces más energía que una bolsa de papel.

A diferencia de la fabricación de las bolsas de plástico que se realiza a partir de los desechos del petróleo, para realizar las bolsas de papel se requiere la tala de árboles. También se sabe que la fabricación de estas bolsas requiere más energía y una mayor concentración de productos químicos tóxicos.

¿Pero cómo podríamos contrarrestar la tala de árboles y seguir teniendo bolsas de papel?

Una de las opciones sería realizar bolsas de papel únicamente con material reciclado o bien, cultivar nuevos bosques para reemplazar los que se han perdido y así compensar el impacto en el cambio climático.

Es importante saber que las bolsas de plástico pueden ser utilizadas hasta tres o cuatro veces, mientras que las bolsas de papel se pueden utilizar entre dos y tres veces, esto debido a que son más frágiles y tienden a romperse o desgarrarse mucho más rápido.

Entonces, si se necesita reemplazar las bolsas de papel con más frecuencia que las de plástico, nos generará un mayor efecto ambiental negativo.

También debemos considerar nuestra forma de consumir bolsas, si nosotros tenemos el hábito de reciclar y reutilizar, podemos mejorar el medio ambiente.